
6 enormes suites para 12 invitados, una Master Suite de 200m2, más de 20 camarotes para tripulación, 2 salones principales en 2 niveles, biblioteca, cine, spa, gimnasio…y en la cubierta exterior, esa recreación de una isla, con palmeras, plantas, jardín…todo ello con un simple propósito: deleitar y sorprender a los clientes más exigentes y selectos.
La isla, sin embargo, es un elemento opcional, pues se puede elegir entre pistas de tenis, pista para helicópteros, campo de fútbol reducido, jardín con piscina…una nueva vuelta de tuerca en el exclusivo mundo de los yates privados, concebidos para recreo, pero cada vez más para estancias largas y, porque no, para vivir en ellos a modo de residencia privada. ¿Alguien da más?
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