domingo, 10 de diciembre de 2006

Cosas de aviones...


Volar en avión es una delicia para muchos, un suplicio para otros. Pero es la manera más rápida de viajar hoy día. Las personas con miedo a volar sufren si deben tomar un vuelo, y aunque muchos intentan que no se note, es fácil darse cuenta a bordo mirando a tu alrededor. Sin embargo, el avión es la forma más segura de viajar. Nunca despega si hay el más mínimo fallo o detalle sin confirmar. Las inspecciones de seguridad son continuas, y la tripulación no está precisamente para ponerte un refresco. Éso es una pequeña parte de su trabajo, pero lo que no vemos son los controles de seguridad que se llevan a cabo durante el vuelo, y las tareas de la tripulación que no tienen nada que ver con el catering a bordo.

Lo que no podemos evitar es pensar que, bajo nuestros asientos, no hay nada, y que volamos a varios kilómetros de altura. Un fallo, desgraciadamente, suele ser mortal, a pesar de que los aviones modernos están muy equipados, y pueden volar con un sólo motor si otro fallase. La tripulación está preparada para cualquier tipo de emergencias y evacuaciones, y son bastante profesionales en general.

Por otro lado, nosotros, los pasajeros. La mayoría acostumbrados hoy día a tomar aviones de vez en cuando, algo que podemos apreciar cuando se dan las instrucciones de seguridad antes del despegue. Casi nadie escucha a la azafata mientras explica cómo ponerse una máscara de oxígeno o dónde está el chaleco salvavidas. Unos leen, otros miran por la ventanilla. Pero si hay turbulencias fuertes, todos clavan sus ojos en la tripulación, esperando como si ellos debieran salvarles de cualquier anomalía a pesar de no haberles escuchado antes.

Entrar en el avión: mariquita el último. Todos sentaditos en la terminal, frente a la puerta de entrada, tranquilitos, pero con un ojo en la revista y otro mirando a ver si llega el que hace el embarque. En cuanto le ven llegar, ala, a levantarse y ponerse de pie en cola para entrar primero. Señora, pero si tiene numerado el asiento, qué mas le da! no no, yo entro primera...igual piensa que el avión sale antes, o que lo va a perder, con lo grande que es...

Pero es que cuando llega el encargado de embarcar, tiene que abrir el ordenador, acceder a los datos de los pasajeros, comprobar especificaciones, y esperar a que le den la orden de abrir para embarcar. Total, que pueden pasar 20 minutos mínimo, y todo el mundo allí de pie esperando con su billete en mano. Me encanta quedarme sentado, esperar que entren todos, y como siempre pido ventanilla, hacer levantarse a la señora que ha entrado primera para que me deje pasar a sentarme, jejeje, dulce venganza...

Y finalmente, el aterrizaje. En ninguno de los vuelos que he tomado, sin excepción, los viajeros permanecen sentados hasta que van saliendo los de delante. Todo el mundo se levanta a la vez, busca sus maletas rápidamente (no sea que se hayan quedado en una nube), y se quedan de pie, incómodos y apretados, esperando salir. Es una imagen muy divertida, sobre todo cuando el finger (el túnel que se une al avión para acceder a la terminal) tarda un ratito en llegar. Pero nadie se sienta, claro, como ya te has levantado, no sea que te miren y piensen que eres tonto...

La última vez que tomé un avión, el finger tardó unos 10 minutos en llegar, y todo el mundo se quedó de pie en el pasillo del avión, apelotonado, cargando con sus maletas y abrigos, y mirándose unos a otros.

Total, que volar puede ser muy divertido, depende de cómo lo mires. Eso sí, si no te gusta mucho, pídete asientos delanteros, marean menos. Escoge ventanilla de emergencia para tener más espacio, y sé paciente, el avión tienen que seguir unas normas para ser seguro. Hace poco, en un vuelo Barcelona-Sevilla, el avión tuvo que dirigirse hasta una de las pistas más lejanas del aeropuerto del Prat para despegar. Había tráfico aéreo y es un aeropuerto grande, tardamos unos 25 minutos en llegar hasta la pista y tener permiso de despegue, y durante todo esto, un sevillano sentado delante mía le decía al compañero: ¨joe, si vamos a ir por carretera, que nos lo digan...¨ qué arte

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